Sudando la
Camiseta
Verdaderamente
caliente fue lo vivido en la sala Sonora el segundo domingo de
Septiembre, abrasadoramente heavy en todos los sentidos que tengas a
bien imaginar. Una sala repleta de incondicionales al metal melódico,
junto a la ausencia absoluta de aire acondicionado que los
refrescase, fueron los dos primeros motivos que se pueden aludir al
respecto. La banda que figuraba en letras mayúsculas esa noche, tan
solo tendría que avivar el fuego que ya estaba montado.
Antes incluso de
que hubiéramos atravesado las puertas del recinto, la temperatura
que se apreciaba en los aledaños era la propia de los conciertos
especiales, el típico ambiente que siempre precede a las citas con
solera. Tan sencillo era toparse con grupos de señores tocando
guitarras de cartón, como avistar mallas de colores resultones,
mirases donde mirases, podías apreciar que la vieja guardia que
tiene a los Ochenta por referencia, nunca se ha llegado a olvidar de
los Pretty Maids.
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