El mero hecho de que la gira de turno
tenga a un grupo que admiras como protagonista, no implica que la
sala vaya a presentar una entrada digna. De si te tomas mejor o peor
esta circunstancia, acabara dependiendo tu impresión una vez que las
luces tengan que encenderse. Con resignación y asumiendo que a la
ciudad en la que resides cada día se le pueden ofrecer menos ofertas
culturales, es como yo tuve que contemplar la primera- y posiblemente
última- visita de Orphaned Land como cabezas de cartel por
nuestros andurriales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario